La humanidad desde años muy remotos ha sentido la necesidad de marcar las tumbas o el lugar en donde yacen sus seres queridos fallecidos, pues se tiene la creencia que las lápidas ayudan a recordar y conmemorar a la persona y además ayuda a la familia a sobrellevar el duelo por su pérdida.

La historia nos muestra que las antiguas culturas celtas usaban monolitos o montones de piedras sin ninguna clase de personalización, los griegos y romanos usaban monumentos en piedra como señalamiento de que ahí yacía un ser querido y así evitar disturbios en esta tierra, las lápidas tempranas (como son conocidas las primeras lápidas), fueron talladas en madera o piedra, eran muy sencillas, pues tenían la creencia que tallar cualquier cosa diferente a palabras significaba una profanación al mandamiento bíblico, esta creencia cambia cuando el uso de las lápidas con imágenes o personalizaciones se hace más frecuente en las iglesias, al considerarse estas como el centro de la vida para muchos y ser lugares en las que el culto y la enseñanza primaba. Veían esta práctica de personalización como aceptación ante su religión y su cultura.

Este uso de las lápidas en tumbas ha ayudado a historiadores a recopilar datos de como vivían las civilizaciones en estos tiempos, pues el uso de epitafios, escritos bíblicos, imágenes, esculturas y el tipo de materiales que usaban en estas lápidas daba una idea clara de sus creencias y que religión practicaban, su estatus económico, patrimonio o si se trataba de una gran familia reconocida en su época, además de informar claramente sobre la persona fallecida, ya que por lo general siempre se encuentra su nombre, años de nacimiento y fallecimiento.

Hoy en día las lápidas tienen un simbolismo de paz y tranquilidad porque esto es visto como un último homenaje o conmemoración para el ser que falleció, una última caracterización del ser que ya no se encuentra entre sus seres queridos para crear un vínculo o conexión entre ellos.

Es por esto último que las familias toman el proceso de encontrar una lápida correcta, que demuestre todo ese amor que sienten por el ser que ya no está como un acto reconfortante y de tranquilidad.

Las familias pueden elegir el diseño, material de la piedra, símbolos o mensajes que representen a su ser querido, hoy en día es muy común ver en las lápidas fotografías o imágenes talladas del ser fallecido, epitafios o citas bíblicas que honran o recuerdan a la persona, o imágenes religiosas como ángeles, vírgenes o santos que denotan devoción. Las lápidas las hallamos en diversos diseños pero siempre debemos tener en cuenta que el proceso final es rendir un homenaje que estará por la eternidad.